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La Peste ¿cuál es la respuesta?

Actualizado: 8 may 2020

En estas semanas de cuarentena, releí algunas tres obras universales relativas a pandemias, a saber: “La Peste” de Albert Camus, "Ensayo sobre la ceguera" de José Saramago y algunas historias incluidas en "El Decamerón" de Giovanni Boccaccio, les comparto mi decálogo de reflexiones finales:


1. En la historia de la humanidad, siempre hemos vivido el peligro latente de una epidemia. Siempre han existido y seguirán existiendo. Hemos sobrevivido.


2. Antaño, las epidemias eran locales por la poca movilidad de la gente. Hoy son mundiales por la facilidad de los traslados territoriales. Sus efectos son globales.


3. En otras épocas, una epidemia como la peste o la gripe española mataron muchos millones de personas. Hoy son otras pestes las que lo hacen: las enfermedades comunes, el hambre, los vicios.

4. Antes, como hoy, se aislaba a las comunidades hasta que la epidemia desaparecía de alguna u otra forma y no se sabía a ciencia cierta porque (a veces desaparecía porque mataba a todos).

5. Hoy, van a morir varios que no debían hacerlo y, por eso, vale la pena solidarizarnos y ayudar a que eso no suceda.

“Para esos, madres, esposos, amantes que perdían toda dicha con el ser ahora confundido en una fosa anónima o desecho en un montón de ceniza, para esos continuará por siempre la peste.” La Peste de Albert Camus

6. Las pestes mortales de las sociedades de hoy son la violencia, el narcotráfico, el individualismo a ultranza, la corrupción, la desigualdad y la injusticia. En México la sufrimos desde hace décadas en forma despiadada.

7. Hoy tenemos un virus global que sí mata, pero no extinguirá a la raza humana. Lo que nos mata y nos aniquila como humanidad, en su sentido moral, es: la indiferencia hacia el otro, el egoísmo, la fragilidad de las instituciones, lo precario de nuestra economía, el consumismo, un sistema de seguridad social en ciernes y la poca o falsa solidaridad de muchos.


8. Necesitamos “sufrir” en carne propia los efectos de una enfermedad que a la mayoría no matará. La crisis económica que se avecina preocupa más a muchos que las vidas que se perderán o la pobreza en que muchas personas están y seguirán después de que todo acabe.

9. Como antaño, las pestes terminan, a través de la solidaridad y el esfuerzo colectivo o través de las casuística natural de las cosas. La vida va a continuar para la mayoría, reflexionemos cómo queremos seguir viviéndola.


10. Dejemos a un lado, por favor, nuestros intereses personales y veamos por los colectivos. Abramos nuestra mente a lo que realmente importa: la solidaridad humana, la igualdad social, el amor al prójimo y la vida.


“...quería hacer como todos los que a su alrededor creían que la peste puede llegar y marcharse sin que cambie el corazón de los hombres” La Peste de Albert Camus

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MTRO. CARLOS E. ODRIOZOLA MARISCAL

El autor ha sido catedrático de postgrado en la Facultad de Derecho de la UNAM, es abogado y autor de diversos libros.





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